Hoy voy a hablaros del barniz que estoy usando últimamente para el acabado de las guitarras: la goma laca. Para ello, como siempre, una breve reflexión: creo firmemente que uno de los mayores triunfos del capitalismo ha sido convencernos para que consumamos mierda. Iba a escribir la palabra “tóxicos”, pero la fuerza y contenido implícito de “mierda”, se acerca más al concepto que deseo transmitir.
Las razones son obviamente económicas: los pingües beneficios que reporta al proveedor manufacturar un producto de mierda frente a otro inocuo y de buena calidad. Acerca de las razones éticas… en fin, de sobra son conocidos los escrúpulos del capitalismo a la hora de hacer dinero.
Combustibles fósiles que asfixian a los habitantes del planeta, productos químicos que envenenan el suelo y las aguas, verduras y animales transgénicos y atiborrados sin piedad de quién sabe qué para que crezcan rápido… y por poner un ejemplo más de andar por casa, el paradigma: los restaurantes de comida basura por los que la gente se muere (figurada y literalmente). No solo lo aceptamos, sino que demandamos todo esto, pese al grave perjuicio que nos causa a nosotros y a nuestro entorno. Para muestra, una pandemia, consecuencia directa de la incursión insaciable de las industrias en los territorios del mundo animal. Esta selva está muy virgen, ahí caben al menos cuatro macrogranjas más.
Probablemente, si se hiciese tanto hincapié en hacernos ver las graves consecuencias de este sistema como se hace con sus aparentes ventajas, el mundo sería hoy muy diferente.
Hace no mucho vi la película Dark Waters. Trata del poco conocido caso de cómo un gigante petroquímico como Dupont se dedicó a verter residuos, especialmente teflón, en un lago en EEUU y cómo tanto la gente como los animales que consumían de aquellos acuíferos comenzaron a enfermar de manera terrible. Y, consecuentemente, morir. No fueron uno ni dos. Fueron cientos, durante años. Obviamente, Dupont lo negó durante décadas y cuando finalmente un tribunal demostró su culpabilidad en tal desastre, usó todo su poder económico y político para escaquearse. Por suerte, un tenaz abogado llamado Rob Bilott gastó la mayor parte de su vida y energía en hacer pagar al Goliath. Y más o menos lo consiguió. Aviso: la peli no es tan vibrante si la comparamos con, por ejemplo Los Vengadores. Pero como se suele decir, algunos héroes no llevan capa. Supongo que nadie quiere ver al Capitán América (o Capitán Estados Unidos, como realmente debería llamarse, ya que nunca lo vimos combatir a Pinochet, Batista o Somoza), litigando durante lustros contra la huella de carbono de Industrias Stark. Sin duda, la saga no sería tan palomitera.
Como os imaginareis, Dupont pagó tarde y mal, una multa irrisoria si la comparamos con los beneficios que obtuvo durante años. A diferencia de sus involuntarias víctimas, a día de hoy goza de buena salud, sigue siendo tan poderosa como siempre o más y, como no podía ser de otra manera, se ha subido a la ola del greenwashing. Lamentablemente, no es un caso aislado en el mundo.
Todo está relacionado
¿Qué tiene que ver esto con la goma laca? Absolutamente todo. Sin ir más lejos, Dupont ha desarrollado pintura para todos los ámbitos, incluido el automovilístico en los años 50, y por ende, el de las guitarras. La nitrocelulosa con que se pintaban los coches en EEUU a mitad del siglo XX, era la misma que empleó Leo Fender en sus guitarras hasta finales de los años 60.
Como ya he comentado en otras ocasiones, la nitrocelulosa es un tipo de cubrimiento extremadamente tóxico. Esta es una de las razones por las que se dejó de utilizar de manera masiva y sus cantidades de uso están reguladas mediante esas leyes ambientales de cartón piedra que tienen los países. Ataca directamente a los sistemas respitarorio y nervioso, causando diversas patologías y la mayoría de ellas se cronifican. No es que el poliuretano o incluso las tan cacareadas pinturas al agua acrílicas sean mucho mejores (ya estamos otra vez con el greenwashing), pero la nitro se lleva la palma.
¿Exagero?
Este delicioso helado de chocolate lleva cianuro. Sí, sí, lo lleva y te puede matar, claro, porque es cianuro. Aunque lo mismo no te mata hoy, ojo. Es que nos viene mejor a la hora de fabricar el helado, nos ahorra horas de producción. Y ya se sabe: ¡el tiempo es dinero, amigo! Bueno, ahora que estás informado de ello, si lo tomas y te mueres o desarrollas una enfermedad chunga, la culpa es tuya. Al fin y al cabo, ¡estás advertido! Ya sé que igual no deberían dejarnos comercializarlo, pero ese no es nuestro problema.
¿Suena surrealista? Pues si vais a la web de Fender, seleccionáis cualquier modelo de guitarra (acabado en poliuretano, poliéster o nitrocelulosa) y vais a la parte de especificaciones, en misceláneas, os encontrareis con esto:
El enlace al que se refiere es este. Las leyes en California obligan a que las empresas allí asentadas informen a los clientes cuando sus productos lleven componentes químicos que pueden causar cáncer, problemas en la reproducción o en la gestación.
Desde luego, mucha gente seguirá demandando su helado de chocolate con cianuro (¿he mencionado ya las colas en los Burguer Taco Mc King de Kentaqui Frau Chucky?), pero en mi opinión ya tenemos demasiados químicos dañinos a nuestro alrededor que nos tragamos sin poder evitarlo. ¿Por qué seguir haciéndolo con los que sí podemos evitar?
Volviendo a la nitrocelulosa
¿Por qué entonces se sigue usando nitrocelulosa en modelos de gama alta? Pues básicamente, y, en mi opinión, por una cuestión de márquetin. Para empezar, es el tipo de pintura históricamente correcto en recreaciones de los modelos vintage. Continuamos con, probablemente, la razón más importante: al tratarse de un producto tan delicado, envejece más rápidamente. Esto, que la lógica nos dice que debería ser más bien una desventaja, es apreciado por todos los amantes del fenómeno relic en esta nuestra era del postureo, como ya os conté en este artículo.
El tercer hecho, aunque quizá el más subjetivo, es que se trata, teóricamente, del material que permite mejor resonancia del instrumento. Esto se basa en que es posible conseguir un acabado muy delgado que además, va mermando con el tiempo ya que el disolvente no deja de volatilizarse.
¿Por qué es importante proteger la madera?
La madera es un material poroso que reacciona contrayéndose o dilatándose a los cambio de humedad ambiente. Por ello es necesario sellar esos poros para evitar que los cambios afecten a la estabilidad del instrumento. Ese sellado, que puede tener diferentes niveles dependiendo del material usado, lo protegerá también de la suciedad y de los insectos xilófagos.
¿Qué había antes de los eficientes acabados tóxicos modernos?
En guitarras eléctricas, poco. Los tiempos modernos ya estaban aquí. Pero en instrumentos más antiguos, guitarras acústicas y clásicas españolas, al igual que el mobiliario de madera de cierto caché, se usaba la goma laca.
¡Ah, sí, que esto iba de la goma laca!
Seguro que Wikipedia os puede ilustrar mejor, pero en resumen, la goma laca es el excremento de un insecto que vive en mi querido sudeste asiático, que se recolecta de los árboles en los que habita, y se procesa para venderse en escamas. Estas se disuelven en alcohol y se aplica mediante una muñequilla.
Beneficios de la goma laca
-El primero de ellos y más importante es sin duda, que no es tóxica. Al ser disuelta en alcohol de alta graduación no es recomendable bebérsela (como tampoco es recomendable beber el aguardiente que destila un paisano de mi pueblo), pero no genera vapores peligrosos. No necesitarás protegerte con máscara ni cubrirte entero con ropa. Para mí, esta es ya razón suficiente para usarla.
-Se aplica con una muñequilla, por lo que no es necesario disponer de compresores, pistolas, cabinas de pintura o un lugar con características específicas.
-El alcohol de alta graduación se evapora muy rápido, porque lo que la temperatura ambiente no es algo particularmente crítico a la hora de ponerse a barnizar y además el polvo le afecta poco.
-Al fundirse perfectamente una capa sobre otra, las reparaciones son muy fáciles. Incluso más que con la nitrocelulosa.
-Las capas secan rápido y se pueden aplicar varias al día. Pese a que luego necesita también su tiempo de curación, equiparable al de la nitro.
-Puedes conseguir un acabado increíblemente delgado, lo que repercute positivamente en la resonancia del instrumento.
-Aunque la actual situación de pandemia ha disparado el precio del alcohol de alta graduación para la elaboración de geles hidroalcohólicos, el material es mucho más económico y fácil de conseguir que la nitro o el poliuretano. Suele estar disponible en cualquier droguería industrial.
-Es compatible con el resto de barnices. Es por eso que se suele usar como base tapaporos, por debajo de acabados de poliuretano o nitrocelulosa.
-No requiere la cantidad de lijados tan bestia de otros materiales, ya que se va nivelando solo según se aplica. Un nivelado final con lija al agua y el resto, lo que se denomina lustrado o pulido francés.
-En mi opinión, aplicarlo es una actividad relajante. Se trata de una técnica que se va depurando con el tiempo, lo cual aporta a la pieza un valor artesanal indiscutible.
Contras de la goma laca
-Probablemente la mayor de las desventajas sea su blandura. Es incluso más delicado que la nitrocelulosa. Esta fue sin duda una de las causas que provocó su caída en el desuso con la llegada de la industria. Aunque, como he comentado antes, para los amantes del relic, esto puede ser una ventaja.
-La aplicación es a muñequilla, lo cual se necesita una cierta cantidad de tiempo en cada mano. En el caso de acabados que se tiran con pistola y compresor, esto lleva unos pocos segundos (aunque preparar el material, el espacio y limpiar la pistola cada vez, también lleva un rato). Creo que esta sí que es la primera razón por la que se dejó de usar a nivel industrial. La goma laca necesita tiempo y paciencia.
-Si quieres un acabado 100% natural y no tóxico tendrás que renunciar a los colores sólidos. Puedes aplicar tintes naturales para conseguir el color que más te guste bajo la goma laca, pero siempre verás la veta. Cualquier pintura sólida que lo cubra todo va a llevar productos químicos peligrosos. Esto no es tanto una desventaja como una limitación.
-Siendo un material que se disuelve en alcohol, es susceptible de dañarse si alguna bebida de cierta graduación lo salpica. La parte buena es que es muy fácil de reparar, como ya he comentado. La nitro tiene este mismo problema.
-Aunque el nivel de brillo que se puede conseguir es bastante alto, no es comparable, por ejemplo, con el del poliuretano.
Reflexionando sobre la goma laca
Si analizamos todo esto, me pregunto: ¿qué razón hay para que yo, pequeño artesano que fabrico un par de guitarras o tres al año, esté usando materiales tan dañinos para mí, para mi entorno y para mis clientes? Entiendo que las industrias, en un mundo capitalista, cuyo objetivo es hacer dinero a espuertas fabricando guitarras como chorizos a toda leche sin ningún tipo de escrúpulo, usen materiales más eficientes desde el punto de vista de la producción. Y como reina la impunidad gracias a leyes medioambientales de chiste, pues barra libre. Pero ese no es mi caso. Como probablemente no sea el caso de muchos de los que estáis leyendo esto.
Emplear la goma laca es un proceso que, como digo, lleva más tiempo y paciencia. ¿Pero no es eso acaso algo intrínseco a la artesanía? Un instrumento hecho a mano debe ofrecer cosas que la industria no puede. Ese es el gran valor añadido. Hacer una réplica exacta de una Telecaster, usando exactamente sus mismos materiales quizá no tenga mucho sentido. Fender lo va a hacer mejor, más rápido y más barato. Al fin y al cabo, tienen la herramienta y la experiencia de casi 70 años. Pero también lo van a hacer más tóxico. Y, por supuesto, con menos cariño.
Mi experiencia con la goma laca
Llevo ya algunos meses experimentando con ella. Si bien, como siempre me he documentado con todo lo que he tenido a mi alcance (¡gracias, Virginia Pastor!), creo que no hay otro camino más que la práctica. Es un material que se trabaja muy bien, aunque tiene sus cosas que solo se descubren trabajando con ella. Mis primeras pruebas ya dieron muy buenos resultados.
Os recomiendo, si os interesa conocer más detalles, que echéis un ojo a esta serie de excelentes vídeos.
Tipos de goma laca y resto de materiales
Aunque la podéis encontrar lista para usar en bote, os recomiendo que la compréis en escamas y descerada. Una vez preparada dura un cierto tiempo y después se puede echar a perder. Teniéndolo en escamas podéis preparar solo la cantidad que vayáis a usar.
Principalmente existen dos tipos: ámbar (naranja), y transparente (también llamada blanca o rubia).
La primera, como podréis imaginar, aporta un tono más amarillento, y la segunda, respeta más la tonalidad del fondo en que se aplica.
Para que apreciéis esto, en la siguiente foto apliqué ámbar en la parte superior y rubia en la inferior. Fijaos no solo en la tonalidad sino también en cómo la ámbar exagera la veta.
En principio, se disuelve en una proporción de 1 a 5 en alcohol de 96%. Venden también un alcohol para barnizar, con una graduación aproximada de 70. También os funcionará, pero el de 96 da mucho mejor resultado ya que se evapora más rápido.
Necesitareis también estopa (el tejido, no el grupo) y tela de lino o algodón. Unas sábanas viejas son perfectas para ir montando las muñequillas.
Para tapar el poro, si nos queremos mantener 100% naturales, necesitaremos piedra pómez muy fina. Todo esto lo podéis conseguir en la droguería industrial de vuestro barrio.
Tintes y colores
Como he comentado más arriba, cualquier color sólido va a llevar una cierta cantidad de productos químicos tóxicos.
La alternativa es usar tintes naturales. Se venden ya hechos o podemos utilizar pigmentos que se venden en tiendas de material de bellas artes. Lo bueno de esta segunda opción es que podemos experimentar mezclando varios colores para conseguir el tono que queramos. Vienen en polvo y generalmente se mezclan con agua y con yema de huevo que hace de fijador.
Manos a la obra
Si ya habéis visto los vídeos que os recomendaba más arriba, poco más tengo que aportar. Aunque después de unas cuantas decenas de horas con la goma laca, os cuento, de manera resumida, algunas claves y trucos que me funcionan.
Tinte
Una vez que tengáis preparada la madera, lijada hasta grano 400 y después, repasada directamente con 1.200, lo primero será aplicar el color (excepto que queráis un acabado natural). Si os decantáis por tinte hecho con pigmentos naturales, tened en cuenta que los tiempos de secado son muy importantes. Al mezclarse con agua, esta tarda más en evaporarse que cualquier tinte industrial. Si aplicáis una segunda capa de tinte sin que la primera esté completamente seca, corréis el riesgo de retirarla y que el teñido os quede a ranchos. El tiempo de secado dependerá de la proporción de agua usada y la temperatura ambiente. Si no estáis seguros, 24 horas suele ser tiempo suficiente para casi todo.
Podéis aplicar el tinte en una muñequilla hecha con una bola de algodón y un trapo también de algodón.
Tapa poros
Aquí usaremos piedra pómez envuelta en una bola de tejido para tamizarla y que solo los granos más pequeños caigan sobre la madera. Se golpea la bola para que suelte el polvo y con otra pieza de tejido, vamos apretando para introducirla en los poros. Es raro tapar el poro a la primera, así que tendréis que ir repitiendo este proceso antes de aplicar cada mano de goma laca hasta que la superficie sea totalmente lisa. La piedra pómez se vuelve transparente con la goma laca, así que no os preocupéis por su color blanco.
Aplicando la goma laca
Preparamos la goma laca y el alcohol el día anterior en una proporción de 1 a 5. A mí me han funcionado muy bien unos botes de plástico con tapón y dispensador que compré en un bazar por menos de 1€. Es importante que cierre bien para que no se evapore y se eche a perder.
Hacemos una muñequilla con estopa y un trapo limpio de algodón. La cargamos con no demasiado producto (mejor cargar más veces con poco) y comenzamos a dar pasadas longitudinales a favor de la veta. Muy suave y muy tranquilo. El truco está en no detenernos en ningún momento sobre un punto, siempre en movimiento y en zonas distintas. Se trata de ir colocando la goma laca y que, al evaporarse el alcohol, quede fijada. Si insistimos sobre la misma área, no dejaremos que ese alcohol se seque y acabaremos retirando el barniz. Cuando veamos que todo comienza a estar cubierto mínimamente, comenzaremos a hacer pasadas haciendo figuras en curva, mayormente ochos.
Quizá ya en este punto os cueste avanzar con la muñequilla porque se quede pegada. Poned una gotita de aceite de oliva para que deslice suave de nuevo.
Al principio parecerá que no estáis haciendo nada, pero poco a poco empezareis a ver cómo se van montando las capas. No queráis correr y pongáis mucho producto. Es mejor capas muy finas, que estén bien secas para recibir la capa siguiente. Esto es así con la goma laca como con cualquier tipo de pintura y barniz. Paciencia.
Yo he llegado a poner unas 2 o 3 capas completas cada día. Primero una cara, luego otra, después lateral superior y lateral inferior.
Que esté seco al tacto no significa que haya endurecido. Apoyadlo lo menos posible sobre sus caras barnizas. De todas maneras, casi cualquier arañazo o marca desaparecerá con las siguientes capas, ya que el fundido es perfecto.
Según vayáis aplicando manos, debéis ir subiendo la proporción de alcohol en el bote. Esto os permitirá ir sacando una superficie cada vez más lisa y brillante.
Este acabado se nivela solo, pero requiere de mucha práctica dejarlo fino. Si quedan ondulaciones o imperfecciones, podéis darle un nivelado con lija al agua cuando la última capa aplicada esté seca (mínimo 24 horas).
Si os aparece un goterón o algo parecido también podéis usar la cuchilla.
Aplicada la última capa (yo suelo aplicar entre 12 y 14 muy finas), debemos dejarlo curar durante unas 3 a 4 semanas. Igual que la nitrocelulosa.
Pulido
Pasado el tiempo de curación, podemos hacerle un último nivelado con lijas al agua (yo empleo grano 1.200) y el pulimento de siempre.
Tradicionalmente se ha usado la técnica del pulido francés, que consiste en sacar el brillo y nivelado únicamente con una muñequilla con muy poquito alcohol y aceite. Yo he probado ambas y aunque no es complicado, esta última técnica requiere de bastante práctica para obtener los resultados del pulimento. Seguiremos trabajando en ello.
Calcos y decals
Cuando vamos a barnizar un mástil nos encontramos con el problema de tener que aplicar la muñequilla sobre el decal de la pala. Una pasada puede ser suficiente para llevártelo por delante. De momento, y a mi pesar, no he encontrado otro sistema que tirarle un par de capas de barniz acrílico con spray (dos son suficientes). Muy someras, pero que ayuden a fijarlo a la madera y que no se levante al pasarle por encima con la bola de tela. Hay que construir las primeras capas con mucho cuidado de no presionar más que lo imprescindible, porque podríamos desprenderlo o el alcohol de la mezcla podría afectar a los colores del decal.
¿Qué grosor de acabado puedes conseguir?
El límite es el cielo. Cuanto más fino, menos protegido contra golpes y roces. Cuanto más grueso, menos resonancia. Mi referencia sería el grosor aproximado de un folio. En la prueba que hice podéis verlo claramente. Coloqué una línea de cinta no solo para separar ambos tipos de goma laca, sino también para poder apreciar finalmente el grosor al retirarla:
Conclusión
Como habréis visto, a nivel de aplicación, es mucho más entretenido que ningún otro acabado. Pero los resultados y el hecho de saber que no te estás fastidiando la salud, ni la de tus clientes, ni al medio ambiente, merece la pena.
Sobre el instrumento, un acabado tan delgado que no empape la madera como hacen algunos acabados al aceite, va a resultar en una resonancia mayor que el que ningún acabado industria puede ofrecer. En realidad es como la nitrocelulosa, un poco más delicada y bastante entretenida de aplicar.
El aspecto de este barniz tiene algo mágico, como antiguo. En cierta manera se intuyen las horas de dedicación. Huele a caramelo y tiene un tacto sedoso muy particular. Si lo usamos en combinación con una madera blanda (pino, álamo, etc) debemos ser más cuidadosos de la cuenta si lo queremos impoluto durante mucho tiempo. Los golpes y arañazos le afectarán tanto como a ti.
En estos días que se habla tanto del balance beneficio-riesgo, para mí la goma laca es una clara ganadora. Lo único que lamento es no haberme lanzado con ella antes. Descubre todo lo que te has estado perdiendo. ¡Te aseguro que no te va a defraudar! 😉