Bienvenidos amigos a otro rinconcito de la web donde se habla de: guitarras, bajos, amplis, pedales y chismes varios!! Bieeeeen…!! Yupiii…!! …Oootro más??
Bueno, sí y no…
SÍ porque trata sobre guitarras, bajos, amplis y esas cajitas de colores que ponemos en el suelo para pisotearlas y que nos encantan… y NO porque la intención detrás de todo esto es mostraros que no hace falta dejarse grandes fortunas para estar a gusto con vuestro instrumento y vuestro sonido.
Todo de lo que os hablaré aquí es el resultado de una buena recopilación de información a lo largo de los años y a través de la web en mil foros, la experiencia de otros amigos músicos y sobre todo, ensayo y error, por lo cual no quiero sentar cátedra en absolutamente nada de lo que digo aquí y mucho menos me hago responsable de los daños que podáis causarle a vuestro instrumento (mis manos son dos y las tengo yo en todo momento). El auténtico objetivo es que lleguéis a comprender la mecánica de todo esto y desarrolléis vuestros propios metodos. Estoy seguro de que hay métodos mejores, más fáciles o más exactos de hacer las cosas, pero estos han sido los míos y (después de meter la pata alguna que otra vez) puedo decir que ahora me funcionan bien.
Por eso no quiero usar, ni de lejos, el término “luthier” hacia mí mismo, que quede claro. Los luthieres son esas criaturas mitológicas, generalmente con un carácter muy particular, que hacen cosas fantásticas con sus manos. Yo soy un chaval normal, con poco dinero y sin un taller donde trabajar apropiadamente que ha intentado solucionar los “problemas” guitarrísticos que han ido surgiendo por él mismo, en su casa, y no solo por razones económicas (que son muy poderosas) sino también por el placer de cacharrear…
Con esto no quiero dar a entender que puedes hacerlo todo gratis, ¡ni mucho menos! Los componentes y herramientas valen dinero, y si hay algo de lo que me he dado cuenta después de mucha sangre, sudor y lágrimas (bueeeno, igual no tanto…) es de que, muchas veces, lo barato sale caro. Eso es así y ya veréis por qué, en su momento. Pero también me he dado cuenta de que un buen instrumento no tiene por qué ser necesariamente caro o el más caro.
Básicamente creo que los guitarristas debemos aprender a usar el sentido común y no dejarnos arrastrar por el G.A.S, y perderle el miedo a meterle el destornillador a la guitarra (¡usando el sentido común!). Creo que igual que un conductor debe saber cambiar una rueda, una lámpara o la batería a su coche, todos los guitarristas deberían saber realizarle los ajustes básicos a su instrumento y dejarle según sus preferencias. A parte del tiempo y dinero ahorrado, os aseguro que se establece un vínculo aún mayor entre vuestra guitarra y vosotros, y eso mola.
Así que nada, al igual que en la cocina, os recomiendo, antes de poneros a cocinar, echad un ojo a varias recetas, coged las ideas que más os hayan gustado de unas y otras, y con paciencia, ingenio y sentido común (lo más importante) poneos manos a la obra. La mayoría de los ajustes o modificaciones son reversibles y si os cargáis algo, que no cunda el pánico, no es el fin del mundo, hay recambios para casi todo y si no, siempre podéis acudir a un luthier profesional con las orejas gachas… pero, por favor, no os déis por vencidos tan fácilmente!
SÍ SE PUEDE!!
Felicidades
Gran blog
Muchas gracias!! 😉